El fondo de la disputa
La disputa alrededor de la sigla MAS-IPSP, se ha analizado cual si
fuera una disputa por el control de una sigla, sin embargo, la realidad es
otra.
Para un correcto análisis se debe recordar que, desde la década del
ochenta del siglo pasado, los sectores populares han debatido acerca de la
posibilidad de contar con una voz propia que los represente en la política
nacional, es así que las grandes movilizaciones indígenas coinciden con los
congresos campesinos en la necesidad de su participación orgánica en eventos
electorales, es decir que aparte de la representación política, se buscaba un vínculo
orgánico permanente con la base. Para esto, era necesario que estos sectores
cuenten con una supra organización que aglutine las distintas organizaciones
sociales existentes y encare la articulación de una visión de país que refleje
sus aspiraciones.
A estos sectores empobrecidos accionando su organización y su
proyección se les llamó el “Movimiento Popular”. A la supra organización, que
en realidad es el “Bloque Popular” se le denominó “estado mayor del pueblo” y
luego “CONALCAM”. Finalmente, a su visión de país se le llamo el “Proyecto Histórico”
el cual planteaba una “revolución democrática y cultural”.
De este modo, el Movimiento Popular con un Bloque Popular ya organizado
concluye una agenda política producto de su Proyecto Histórico, donde se
establece la necesidad de contar con un instrumento político que a modo de
partido tercie en los distintos procesos electorales. Luego de varios años se
consolida ese instrumento como MAS-IPSP. Este nuevo instrumento traza su plan de
gobierno al que le denomina “Proceso de Cambio”, y el hecho de que este partido
hubiese ganado varias elecciones con altas votaciones durante dos décadas, da
muestra de la solidez del concepto y su éxito en sus gobiernos entre el año 2006
y 2019 dan cuenta de su viabilidad. De esta manera los sectores populares lograron
construir un sistema social y político muy eficaz, no un simple partido.
En todo este proceso, se adhirieron al partido personas que, desde
otros orígenes, coincidían con los elementos del sistema, pero también se
sumaron personas con intereses personales venales que sumado al crecimiento
permanente del sistema, traía consigo nuevos desafíos y conflictos al interior y
los liderazgos no siempre reaccionaron con prontitud y eficiencia ante ellos.
Hoy Luis Arce y sus seguidores creen haber subordinado al movimiento
popular a sus intereses personales usurpando la sigla MAS. Pero ellos no han habitado
dentro del Movimiento Popular, no se organizan dentro del Bloque Popular, no
conocen el Proyecto Histórico y tienen una lectura distorsionada del Proceso de
Cambio, y aun así insisten en intentar conducir todo este sistema cuyas raíces
datan de hace más de cuatro décadas atrás con prácticas que están aceptadas y asumidas
por la población que pertenece a estos sectores.
Entonces la disputa es un asunto complejo, no es por la conducción de
un partido, es por la conducción de todo un sistema con todos los elementos que
la componen.