La “Crisis de Estado” que hoy enfrenta Bolivia requiere de medidas extraordinarias de la clase política y de la población en su conjunto, está en riesgo la propia institucionalidad del Estado, la democracia y el porvenir de todos nuestros compatriotas.
Asunto central: Resolver la “Crisis de Estado”.
La responsabilidad de líderes y partidos políticos también reside en plantear posibles salidas a la crisis aún desde la oposición. El MAS IPSP como la principal fuerza política boliviana tiene el deber de proponer la posibilidad de encauzar inmediatamente al país nuevamente hacia el camino del “vivir bien” a través de una nueva ruta.
Todos los procesos de prospectiva y de planificación en la actualidad deben enmarcarse en resolver la “Crisis de Estado” lo más antes posible. La sociedad boliviana necesita fijar un curso concreto de acción que ha de seguirse en los próximos meses y años, estableciendo ciertos principios que habrán de orientarlo y la secuencia de acciones para realizarlo. Estos procesos deben tener como objetivos, el de detener la crisis y revertir el estado de situación para posteriormente proyectar al país a un futuro mejor.
Los pasos de la nueva ruta
Las alternativas de solución pueden ser varias, sin embargo, se pueden agrupar en los siguientes pasos:
1. Plan de emergencia. Es el conjunto de medidas que se proponen para detener el avance de la “Crisis de Estado” en lo inmediato (para los próximos 12 meses).
2. Plan de Recuperación. Son disposiciones acordadas para la reparación de todos aquellos aspectos que se consideran centrales para el nuevo despegue del país en el mediano y largo plazo.
3. Gobernabilidad política. Sobre la base de los dos anteriores pasos, se debe convocar a todos los actores políticos para conciliar los diferentes intereses políticos de cada quien y a través de un acuerdo, alinear las fuerzas de cada uno hacia ambos planes.
4. Consenso social. Una vez logrados los 3 anteriores pasos es imprescindible generar conciencia ciudadana respecto a la necesidad de la implementación de ciertas medidas de diferentes tipos que requerirán del apoyo de los movimientos sociales.
5. Consolidación de potencialidades. Ambos objetivos requerirán de cierta estabilidad económica en el país que será sustentada, en parte, en las mejores capacidades públicas y privadas para generar excedentes.
6. Captación de recursos. Se requiere una política concreta de captación de recursos para el “Plan de emergencia” enmarcado en el “Plan de recuperación”, cuyo repago demandará un esfuerzo también de los próximos gobiernos.
7. Priorización de inversiones. A partir de los planes consensuados, se deberán priorizar las inversiones en los próximos meses para garantizar la estabilidad económica.
8. Proceso de transición. Dado que esta estrategia es un esfuerzo conjunto entre diversos movimientos políticos y sociales, se requiere transparentar muchos aspectos del manejo del gobierno antes de las próximas elecciones generales en un afán de garantizar la continuidad del plan de recuperación en el futuro.
INFERENCIA
El retraso en la toma de decisiones ahondará la crisis y hará de sus efectos más duraderos. El gobierno de LAC no es apegado a la autocrítica, sin embargo la fuerza política más grande del país debe, proponerle la ruta de la recuperación deteniendo la crisis antes de que el costo sea más alto para las familias bolivianas. El gobierno de LAC no aceptará de buen agrado el involucramiento de otras fuerzas en su gestión y el MAS IPSP puede verse arrastrado por la impericia del gobierno en el manejo de la nueva ruta, sin embargo, la situación amerita correr riesgos en un momento de extrema gravedad.