lunes, 16 de enero de 2017

SOAT - Cuando el control falla, los errores cuestan caro



El proyecto hoy denominado UNIVida – SOAT es sin lugar a dudas una idea interesante.
Una de las características del “Proceso de Cambio” es la de enfrentar las demandas y aspiraciones de la comunidad boliviana mediante entidades que a la vez de prestar un servicio social sean auto sostenibles y adicionalmente generen ingresos al Tesoro con servicios suplementarios. Esta característica se plasmó a través de las “Empresas Publicas” que se han estado creando en diferentes áreas del estado desde ya hace varios años. Estas entidades requerían un marco legal que defina su funcionamiento y que establezca los mecanismos de control, es así que el año 2013 se aprueba la Ley Nº 466 “de la Empresa Pública”. El artículo 6 de esta norma dice que el nivel central del Estado deberá ejercer el control y dirección de sus empresas públicas. Este control y dirección recae en dos ámbitos, por un lado el sectorial a través de las autoridades de control, fiscalización y supervisión y por otro lado está el ámbito ministerial de forma directa o a través del COSEEP (Consejo Superior Estratégico de la Empresa Pública).
Dentro de esta lógica, el Ministerio de Economía y Finanzas Publicas asume el desafío de administrar de forma mucho más eficiente el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), a través de una nueva entidad denominada UNIVida. Forma parte del grupo financiero UNION entidad estatal creada para otorgar servicios financieros a las instituciones del gobierno y también a privados, su misión es la de democratizar el acceso a los seguros en beneficio de la población y tiene la visión de ser la empresa líder del rubro, y es a esta entidad que se le entrega a la tarea de administrar el SOAT, para lo cual tendrá que cubrir, con este seguro, a un millón ochocientos mil vehículos aproximadamente con una roseta que tendrá una Vigencia de 5 años, la roseta debería tener una antena UHF y NFC por seguridad y para aportar otros servicios, además cubrirá hasta vehículos indocumentados tal cual lo anuncio su gerente.
Planteado de esta forma este proyecto es no solo una idea interesante, sino también ambiciosa y de avanzada que merece el apoyo de nuestra comunidad.
Sin embargo el retraso en la entrega de rosetas por parte de QUIPUS y las malas decisiones tomadas por UNIVida en la “crisis del SOAT” echan por la borda todas las buenas intenciones anunciadas.
Lamentablemente el fracaso inicial de UNIVida con este seguro, genera dudas respecto al funcionamiento de la empresa, y adicionalmente pone en entredicho la idea misma, e incorpora una duda más respecto al control y fiscalización de las empresas del Estado.
El art 166 de la Ley Nº 65 faculta a la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS) a controlar a las entidades de seguros en todo el territorio boliviano. Actualmente la APS autoridad de seguros ha iniciado varios procesos contra UNIVida por los errores cometidos que seguramente derivaran en sendas multas, pero llama la atención que la APS haya creído que UNIVida podía estructurar toda la logística de la venta de rosetas en todo el país en 53 días (que es el tiempo entre la habilitación de la empresa y el día de inicio de venta de rosetas) más aun cuando la APS que pide como requisito a las empresas contar con un “sistema tecnológico de información para comercializar y administrar el SOAT” haya aceptado como valido una simple declaración jurada de la empresa de que si cuenta con este sistema. Del mismo modo la empresa QUIPUS deberá pagar sus incumplimientos luego de sanciones por lo acaecido pero ¿no debió la APS emitir una alerta temprana antes de iniciar las ventas de rosetas?.
Las ideas son solo ideas hasta que las personas encargadas de su materialización las hacen realidad, es decir que una idea depende de personas o instituciones para probar su efectividad. Y si hoy tenemos dudas acerca de si la idea funciona se debe a la insuficiente capacidad de las personas encargadas de UNIVida y QUIPUS que al parecer no están a la altura de una idea tan interesante, y de los controles laxos en la estructura administrativa del gobierno. Lo de la capacidad se lo puede resolver despidiendo y renombrando otros técnicos en estos cargos a la par de procesos a los responsables de estos “errores”, pero lo del control es un asunto de más profundidad.
Luego de vivir las ultimas crisis como la del agua o LAMIA, se hace cada vez más fuerte la necesidad de contar con mecanismos mucho más precisos de control técnico al interior de las entidades del Estado, si el Ministro del rubro no es el encargado de evitar que sucedan estos “errores” y la autoridad de supervisión, control y fiscalización tampoco puede prevenir estos problemas, corremos el riesgo de volver a caer en estas crisis de forma permanente con iguales o peores resultados para la población.
El control a las entidades del estado no es simplemente una vigilancia respecto al cumplimiento de la letra muerta de la norma y la ética en la función pública. En un Estado que ha multiplicado por cuatro su Producto Interno Bruto (PIB), es decir administra mucho más dinero de lo que se administraba hace diez años y por lo tanto emprende proyectos en mayor cantidad y de mayor envergadura, requiere por tanto de un sistema de evaluación técnica externa previa y del proceso también, tanto de sus proyectos como de sus decisiones. Esto que es un procedimiento cotidiano en la planificación no se ha implementado suficientemente en varios ministerios y esta es la razón por la cual varios Ministros(as) se sorprenden de lo que ocurre en sus ministerios y varias autoridades de fiscalización, control y supervisión se remiten solamente a aplicar multas y sanciones cuando la crisis se ha desatado. Esta es una tarea pendiente.
Lo reconfortante es que tenemos una autoridad presidencial que se involucra de forma inmediata ante la protesta de la población aportando soluciones rápidas a estos “errores”.
La intervención del presidente Evo en la crisis de las rosetas del SOAT ampliando el plazo de vigencia de las antiguas rosetas del 2016 hasta el mes de Febrero ha resuelto el problema por ahora y ha evitado un malestar mayúsculo en la población que se veía presionada por la policía de contar con el SOAT 2017 desde el 1º de Enero por un lado y la no venta de la roseta por UNIVida por el otro lado. La decisión de la postergación es indiscutiblemente una medida coherente que sólo podía ser tomada por una persona coherente.

Javier Zavaleta