martes, 15 de julio de 2008

199 años

La paz cuna de valientes, tumba de tiranos.
16 de julio de 1809, la insurrección que mostraría el camino de la libertad a todo nuestro continente.
A partir de esta fecha nuestra América latina comenzaría a vivir vientos de cambio, vientos de libertad, vientos que hasta la fecha no han cesado y es que a las vísperas de los doscientos años de este evento esta misma tierra vive hoy vientos de emancipación, de liberación, pero por sobre todo de cambio, un cambio para devolverle la dignidad a aquéllos que fueron excluidos, aquellos que fueron tratados como extranjeros en su propia tierra desterrándolos del desarrollo y de los beneficio de su propia lucha y en su propia nación.
La Paz es 133.985 km2 de ríos, altiplano, valles y amazonia, 2.350.466 habitantes provenientes de toda Bolivia, 80 municipios, 20 mancomunidades en 20 provincias.
Definitivamente el departamento mas poblado de nuestra patria donde bolivianos de todas las regiones de nuestra patria convergieron en busca de prosperidad, paz y hermandad.
Han pasado 199
Han pasado casi dos décadas y el estado de esta tierra es el siguiente:
2142 millones $us en aporte al PIB, 24% del total, situándonos en segundo lugar,
211 millones $us en exportaciones, 10% del total, situándonos en tercer lugar,
2791 millones Bs. de participación en los ingresos tributarios, 33% del total, situándonos en segundo lugar,
Hace 10 años el 25% de la inversión publica nacional se la hacia en este departamento, hoy apenas el 14%.
Por otro lado, a la fecha ocupamos el sexto lugar en el ranking de la pobreza, 66% de nuestra población vive en la pobreza, cuarto lugar en el índice de desarrollo humano, por debajo del promedio nacional.
Por esta razón es que cuando algún hombre resentido con su nación exclama que la paz fue la más beneficiada por el centralismo no puede sino robarnos una sonrisa.
Hoy la paz recibe en recursos departamentales per capita una onceava parte de lo que recibe un boliviano en el departamento de Pando, una séptima parte de lo que recibe un boliviano en Tarija.
Una Quimera
Entonces es posible pensar en el inicio del desarrollo Agropecuario en el Norte paceño?, es posible pensar en el despegue de la Agropecuaria del altiplano?, es posible pensar en entrar en los circuitos turísticos internacionales con nuestro lago, nuestra cordillera y nuestros valles?, es posible pensar en constituir nuestra gran zona metropolitana?, es posible pensar en contar con 2300 $us de PIB per capita para el año 2025 con un crecimiento sostenido del 5% y por consiguiente la duplicación de los ingresos de los paceños?
Es acaso una quimera? Estas son las demandas que nuestros prefectos hasta la fecha nunca entendieron, y postergaron recurrente y hasta sistemáticamente por el largo de los años pese al clamor de este pueblo.
El liderazgo nacional
Desde de nuestro espectacular Madidi en la amazonia del extremo norte, donde la riqueza de su tierra, de su fauna y de su flora esperan su anhelado despegue, hasta el imponente altiplano en el extremo sur, donde el aymará doblego a la cordillera real y fundó la pujanza de la indomable ciudad del alto. Y desde la maravilla de nuestros valles en el este de nuestro departamento, hasta nuestro lago sagrado mudo testigo de nuestra milenaria cultura tiahuanacota, durante décadas y durante generaciones se erigió la paceñidad que lidero a nuestra nación durante 199 años.
Y lideramos la patria porque supimos tenderle una mano a las regiones donde el desarrollo aun no había llegado, y lideramos la patria porque no hicimos diferencia entre nuestros visitantes por el lugar donde habían nacido, y lideramos la patria porque a costa de nuestro propio desarrollo preservamos la unidad nacional cuando fue necesario.
Y son estas mismas convicciones las que ratificamos en este momento de cambio que vive nuestra patria, porque en momentos aciagos donde fantasmas de división y enfrentamiento recorren nuestro territorio nacional, hoy los paceños ratificamos la unidad del país, la convivencia pacifica entre bolivianos y la continuidad del proceso de cambio.
Paceños y paceñas, felicidades por su entrega, por su incondicionalidad, por su bolivianidad, por su libertad y por sobre todo por liderar la unidad nacional.